Dos trabajadores del sector agrario arrancan plantas de pepino en un invernadero de la provincia de Almería. :: EFE
Dos y dos son cuatro, no cinco. Y si la calculadora no marca eso, es que hay gato encerrado. Es una metáfora. Pero es, básicamente, lo que ocurre cuando se analizan a fondo, de forma exhaustiva, los datos del paro registrado durante el pasado mes de junio. Según los datos oficiales del Ministerio de Trabajo e Inmigración, el paro agrícola en junio sólo se incrementó en 390 personas respecto al mes anterior. Y en el sector servicios –el que agrupa el manipulado, el transporte y otros subsectores anexos a la agricultura– sólo se incrementó en 1.162 parados en los 30 días del mes. Ambos crecimientos son menores que los producidos en 2009.
No es el único dato que no casa con la situación que dibujan sindicatos y organizaciones agrarias. Otros datos oficiales, en este caso de la Seguridad Social, ponen en entredicho, con tinta sobre papel, la situación agraria. En junio de 2011, el número de afiliados al régimen especial agrario fue de 41.941. El mismo mes del año anterior la cifra fue de 40.845. Es decir, en junio de este año hubo 1.104 personas más dadas de alta como trabajadores del campo a pesar de la tormenta europea.
Incluso el Gobierno ligó el dato del paro a la crisis del pepino. Pero las cifras, no salen. A no ser que los números no se correspondan, precisamente, con quienes cotizan. La información, más completa, en la edición impresa de IDEAL.
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